Ludovic Giuly: "Si ganamos, estaré aún más orgulloso"

Ludo, el partido del sábado en Chasselay será un poco especial para ti, en un estadio que lleva tu nombre …

Es divertido, mi historia con este club continúa. Fue allí donde comencé y terminé mi carrera y tuve la oportunidad de jugar este partido tan especial para mí, contra el AS Monaco en el Stade Gerland en enero de 2014. Muchas cosas de mi carrera se reunieron ese día. El club de mi debut profesional y el AS Monaco donde viví y sigo viviendo tanto. Lamentablemente, el recuerdo no es bueno del todo por la lesión de Falcao.

Volvamos al club MDA Chasselay al que siempre has permanecido apegado…

Crecí allí, antes que yo estaba mi padre, que todavía es director deportivo de la MDA. Tengo una historia fuerte con este club y todos quienes trabajan allí. Durante mi carrera, le prometí al presidente  Sr. Gérard Leroy que volvería y que algún día sería mi presidente. Lamentablemente nos dejó antes de que sucediera. Pero cumplí mi promesa.

¿Qué sientes cuando entras a un estadio que lleva tu nombre?

Definitivamente es algo muy emotivo tener ese reconocimiento y lo es aún más cuando se trata del club donde comenzó mi carrera. Es un honor y un orgullo envuelto en una amistad muy fuerte con este club y sus hombres, incluso si el sábado no estaré allí para hacerlos felices a ellos.

¿Qué piensas de este partido?

Que será un partido importante contra un oponente directo, con un entrenador a quien conozco muy bien. Espero que hagamos una buena performance y que los jugadores hagan todo lo posible para lograrlo. Si ganamos, estaré aún más orgulloso. Si «mi» equipo puede ganar en «mi» estadio, estaré muy feliz.

¿No tienes miedo de enojarte con tus amigos?

¡Claro que no! Eso no me impedirá ir a comer con el presidente de la MDA el día antes del partido. Jocelyn Fontanel es una amigo desde hace mucho tiempo. Él conoce mi compromiso con el club, pero también con los valores del deporte. Una vez en el campo, solo cuenta el partido. Siempre trabajé así. Por ejemplo, cuando jugué en Mónaco y vencimos a Lyon, mi antiguo club, fui el más feliz. No por malicia, sino por respeto.

¿Qué opinas del AS Monaco II en este grupo D de National 2 hasta ahora?

Los resultados y la clasificación actual del equipo no corresponden a su potencial real y al trabajo realizado. En términos del juego, no es tan malo, pero aún carece de algunos ingredientes para que se refleje en los resultados. Debemos ser más certeros de aquí en adelante, encontrar un equilibrio en las fases de posesión, lo que nos permite evitar ser opuestos, como fue el caso en el último partido contra Moulins-Yzeure.

Un partido en el que el equipo mostró buenas cualidades mentales sin ser recompensado…
Exactamente. Es molesto empatar dos veces, hacer ese esfuerzo, sorprenderse de esta manera, incluso contra un equipo tan bueno como ese. Tienes que aprender de esos partidos, no debemos rendirnos y seguir trabajando. Este es el mensaje de David Bechkoura a los jugadores todos los días y trato de apoyarlo en esta tarea.

¿Puedes contarnos un poco sobre esta nueva experiencia de entrenador?
Está yendo bien a pesar de que tengo que admitir que realmente es mucho, mucho trabajo. No me imaginaba que fuera un nivel de energía tan duro. Tienes que ser duro, estar allí todos los días detrás de los muchachos, nunca te das cuenta de eso cuándo eres un jugador. Pero estoy feliz porque aprendí en el campo. Me gradué porque era importante adquirir conocimientos teóricamente, incluso después de mi carrera. Ahora, como decimos, también debemos «poner nuestras manos a la obra» para aprender.

¿Haber sido jugador te ayuda a transmitir los mensajes correctos a los jugadores?
Mi pasado como jugador es menos importante que mi trabajo diario. No es suficiente tener un nombre para que pase el mensaje. Es así para todo lo que haces, no solo en un banquillo. Si me acerco y les digo «Soy Ludo Giuly escúchame», me estoy volviendo loco. Debemos adaptarnos al rol, pero también a la generación más joven y sus códigos para tener éxito en este trabajo de entrenamiento de jóvenes profesionales. Después es como en todas partes. Algunos siempre serán más sensibles que otros a los mensajes que reciben. Algunos son muy atentos, otros menos.

¿Cómo fue hace unos 20/25 años atrás cuando estabas en su lugar?
Es realmente muy diferente. Todo es muy diferente. Por ejemplo, cuando comencé con los profesionales, con los otros jóvenes del grupo fuimos responsables de recoger el equipo después del entrenamiento. Fue así e incluso si no nos gustaba, cumpliamos. Fue un reflejo porque fue institucionalizado. Hoy, ya no estamos en este tipo de relación. Si impusiéramos lo que se nos impuso en ese momento, no funcionaría.

Al unirse a la Academia, siguió el mismo camino que tres de sus ex compañeros de equipo, Gaël Givet, Flavio Roma y Sébastien Squillaci. Sin olvidar a Manu Dos Santos, ¿qué te inspira a ver a los «veteranos» participar en el florecimiento de futuros talentos rojos y blancos?
Para mí, es una gran prueba del reconocimiento del club por lo que hemos hecho, pero también por lo que aún podemos hacer al compartir nuestra experiencia y valores para ayudar a los jóvenes a progresar. Todos tenemos diferentes antecedentes, perfiles y objetivos, pero compartimos esa pasión por nuestro deporte y por nuestro club.

Por su parte, también ha sido embajador del AS Monaco durante tres años. Mirando hacia atrás, ¿cuál es su visión de este papel?
Estoy orgulloso de haber podido representar a AS Monaco durante tres años, para ayudar al club, a las asociaciones que el club apoya, a los seguidores, a los socios, pero también para iniciar este enfoque del club para valorar a sus ex jugadores… A principios de junio hicimos un partido benéfico en la isla de Lefkada en Grecia, fue un lindo momento. Esto es algo que faltaba en el AS Monaco y que la administración está implementando hoy. Solo puedo felicitarlos por eso y es un verdadero placer poner mi piedra en el edificio.