Una derrota y un lamento enorme

La película que parecía acabar con nuestra primera victoria en esta Ligue 1 terminó con un final inesperado y a pesar de liderar el partido 2-0 con un doblete de Wissam Ben Yedder nos quedamos con las manos vacías. Es cierto, se dejó todo. Incluso, Guillermo Maripán se fue con un vendaje en la cabeza producto de un golpe por buscar el tanto del empate, pero todo fue inútil y perdimos 4-3.
El doblete de Ben Yedder
El Stade Louis-II fue testigo de un gran primer tiempo por parte de Wissam Ben Yedder y nuestros aficionados comenzaron a ilusionarse con conseguir los primeros tres puntos de esta Ligue 1. Una mano de Kamara en el área derivó en penal y nuestro delantero se encargó de poner el 1-0.
El arranque furioso monegasco comenzó a los 15 minutos del primer tiempo y cuando el reloj marcaba los 25′ del primer período, el ex Sevilla volvió a sacudir el arco defendido por Mandanda para ampliar la ventaja y dejarnos 2-0 arriba en el marcador.
Cinco minutos catastróficos
Una oportunidad maravillosa de ampliar el marcador quedó en la cabeza de Glik, que pudo haber marcado el tercero. Sin embargo, los goles que no se convierten en el arco rival muchas veces se pagan en el arco propio y Darío Benedetto se encargó de hacer que esa regla se cumpla.
El argentino aprovechó un centro de Sanson y a los 38 minutos del primer tiempo descontó para que Olympique de Marsella se quedara a tiro del empate, algo que ocurrió tres minutos mas tarde cuando Germain convirtió el 2-2 final con el que nos fuimos al entretiempo.
Una historia repetida
El partido dio un giro de 180 grados y lo que nos encontró con cómodo 2-0 a favor nos dejó con un 2-2 al final de los primeros 45 minutos. Esta tendencia no se revirtió tras el descanso y cuando se reanudó el partido los visitantes volvieron a golpear nuestro arco. A los 61 minutos Payet marcó el tercer gol del OM con un remate potente que no pudo detener Lecomte.
Si para ese momento nos encontrábamos abrumados, el rumbo del partido se complicó aún más cuando Ben Yedder tuvo que ser reemplazado producto de un golpe que había sufrido previamente contra Amavi.
Si el empate en el primer tiempo nos había golpeado, el tercero del Marsella llegó como un balde de agua fría y cinco minutos más tarde ocurrió lo peor: Benedetto volvió a marcar y dejó el partido 4-2 a favor de la visita, con un panorama para nada alentador.
Keita encendió una luz de esperanza
El ingreso de Keita Baldé sirvió para reducir la ventaja del OM. A los 75 minutos, el senegalés rompió el arco de Mandanda para darnos una luz de esperanza a falta de 15 minutos para que se termine el partido.
En un partido dramático la posibilidad de llegar al empate fue concreta, pero Mandanda salvó dos veces la caída de su arco. Primero le sacó un remate a Baldé y acto seguido evitó que Slimani pusiera el gol del empate.